miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dedica una sonrisa a cada día

Apareció en el momento exacto, como por arte de magia, sin avisar. Se materializó ante sus ojos y, sólo con verla, una sensación de alivio la recorrió desde la punta de la nariz hasta los dedos de los pies. Tomó el sobre blanco en sus manos, se sentó en la cama y lo abrió. Ya era la segunda carta suya que encontraba en su habitación. Ahora más que nunca tenía claro que M no iba a dejar de sorprenderla. 


Querida V:
Se que no estoy a tu lado y eso, aún ahora, pensándolo, hace que se me caiga el mundo en los pies. Y es que quiero estar, cada día, cada segundo. Incluso en aquellos que, se, serán días oscuros, de esos en los que el cielo parece cubierto por una capa tan espesa que no dejaría por nada del mundo pasar un solo rayo de sol. Días en los que todo esto pueda contigo, en los que trates de mirar el final del camino y no dejes de toparte con un estúpido muro que te impedirá ver cómo acaba esta historia. Se que, tanto para ti como para mí, la mayoría de las veces, aparecerán muchos más días de este tipo de los que podremos llegar a contar pero, ¿te digo algo? Si te topas con un día gris sólo tienes que hacer una cosa: colorearlo. 
Por favor, V, no dejes de mostrar un solo segundo esa sonrisa que tanto me encanta. Sonríe hasta cuando las pequeñas gotas de lluvia te hagan cosquillas en la frente en un día de verano. Aunque esos días grises se topen en tu camino, apártalos con una de esas carcajadas sonoras que estoy seguro de que, esté donde esté, quiero escuchar. 
Y no dejes de luchar un solo instante porque, tal y como he aprendido desde que te conocí, a veces, sólo a veces, algunos sueños se tornan realidad, y sólo por eso ya merece la pena haberlo intentado, te lo aseguro.
Ahora, aunque no esté ahí contigo para abrazarte en estos días, espero que sientas, al menos, que estoy un poquito más cerca. Se que me estaré arrepintiendo de no haberte dado suficientes abrazos, pero creo que, para ti, nunca los habría. 
Cuento los movimientos de las agujas del reloj para tenerte cerca.
Te quiero mucho, pequeña. Recuérdalo siempre.
                   M.




Y es que daba igual que las nubes cubrieran por completo el cielo de la ciudad. En ese momento, en esa pequeña habitación, los colores aparecieron y comenzó a reír.

8 comentarios:

  1. *.* Increiblee!!
    Pero que bonitooooooo!! Ojala me mandaran ami una carta asi!! ^^
    Besos

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  2. Es un buen consejo, colorear esos días grises con una sonrisa, es mejor que dejar que este se apague por completo :)

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  3. Impresionante, indescriptible. Cada entrada me sorprendes más, lo sabes, me declaro el más fiel seguidor tuyo.
    Lo único que te pido es que nunca dejes de escribir, nunca dejes de darnos el placer de leerte. Muchas gracias por alegrarme la noche.

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  4. Madre mia *-* Es realmente precioso, Naïve. Hacía tiempo que no me pasaba por aquí (he de disculparme , he estado perdida) y de verdad, cada día me sorprendes más :D
    Sigue así y que yo pueda leerlo, un abrazo graaaaaaaaaande como el cielo (:

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  5. ¿Cómo puede ser que con una entrada tan jodidamente perfecta y preciosa como es ésta tengas solo 6 comentarios? Hay cosas inexplicables... Me ha encantado, como habrás adivinado :)

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  6. Gracias! Has hecho que empiece a colorear el dia de hoy, me quedan 35 dias en casa, inmovil, imagínate las navidades que vienen. Pero sabes un secreto? A mi lado tengo una caja de lapices de colores!

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