viernes, 21 de septiembre de 2012

"Buenos días, princesa"

Incluso sin haber abierto los ojos, ya estaba sonriendo. Supongo que esa es de ese tipo de frases que a todas nos gustaría escuchar algún día y, por eso, decidí, antes abrir los ojos, concentrarme un poco en cada pequeño detalle de esa calurosa mañana de lunes para que no pasara inadvertida y poder recordarla siempre. El sonido de su voz, ese beso para despertarme, el pequeño haz de luz que, poco a poco, se colaba por la ventana. Todo eso quedó bien guardado. Entonces, abrí los ojos. Estaba mirándome, con esa sonrisa que conseguía, si es que eso era posible, que la mía se ampliara aún más. Le acaricié el labio inferior con la yema de los dedos, y mi beso de buenos días no pudo ocultar lo feliz que era en ese momento. Esa era la primera de muchas mañanas juntos pero, sin duda, nunca dejaría de ser especial. 


Es curioso cómo, cuando ya habías dejado de creer en los momentos perfectos, éstos consiguen, en apenas cuestión de meses, materializarse en tu vida y todos a partir de una única persona. Es bonito ver cómo él se ha convertido en el comienzo de esa clase de días que, por muy monótonos que parezcan al principio, siempre acabarán por sorprenderte, porque él nunca deja de hacerlo. Y, ¿lo mejor? Sin duda, el hueco que se ha ganado en tu vida, en cada mínimo detalle de ella, en el que nunca va a dejar de estar presente. Tanto lugares, como objetos, como sonrisas perdidas por calles escondidas, o cosquillas en la cama. Todo eso queda guardado, y tú no dejas de vivirlo con la mayor de las sonrisas y una esperanza que nadie consigue desplazar. Porque sabes que él ha conseguido lo que nunca nadie antes había logrado: enamorarte.




Supongo que, después de un tiempo algo perdida, he vuelto, 
Naïve.  

martes, 3 de julio de 2012

¿Destino?

Se había pasado la noche escribiendo. Mientras las gotas de agua no dejaban de llamar a su ventana, ella, al otro lado, no podía hacer otra cosa que escribir. No lograba entender. Después de tanto, todo terminó por convertirse en nada. Lo que creía perfecto se esfumó casi tan rápido como había aparecido por primera vez. ¿Y qué hacer? ¿Qué hacer cuando lo más importante que tienes contigo se va sin ni siquiera decirte adiós?
Siendo sinceros, todo esto era de esperar. Algún día las historias terminan, y eso lo sabía, pero, sin entender muy bien por qué, siempre había deseado que esa historia, esa tan suya, tan de ellos dos, fuera para siempre. Ahora, viendo cómo su mundo corría cuesta abajo no podía hacer mas que llorar, supongo que de impotencia, de lástima. Llorar porque, al fin y al cabo, duele. Y no dejaba de preguntarse, simplemente, por qué. Por qué la persona más importante, la persona a la que más había querido en toda su vida había decidido olvidarla por completo, empezar como si ella no hubiera existido nunca, como si esos amaneceres abrazados escuchando a The Fray sin parar sólo hubieran sido producto de su imaginación ¿Y ahora qué? Ahora sólo tenía ganas de desaparecer, de que esas absurdas cuatro paredes de cayeran y, con ellas, todos los recuerdos que albergaban. Ahora, sólo quería dar marcha atrás en el tiempo y suplicarle que no se moviera de su lado. 
"Supongo que los sueños no existen, y mucho menos para mi" - terminó por escribir. 
Al otro lado de la ciudad, un chico, con un bolígrafo azul y muchas ganas de desaparecer escribía exactamente lo mismo. Y yo no creo que fuera casualidad. Tiempo después ocurrió lo que tenía que ocurrir. 

    - ¿Dónde has estado todo este tiempo, cuando el mundo parecía caerse a mis pies?
    - ¿Y tú? ¿Dónde has estado tú?

Al final, simplemente, mariposas.




lunes, 9 de abril de 2012

Y, al final, te alegras de que las cosas no fueran de otra manera

"¿Puedes imaginar lo que es despertar cada mañana con una sonrisa, y que ésta permanezca las 24 horas que quedan por delante? Te aseguro que, hasta hace poco, yo era de esos que creía que las sonrisas, las de verdad, no existían, y que la felicidad no era más que un cuento de hadas. ¿Sabes? No te puedes imaginar lo equivocado que estaba. Y es que no contaba contigo, con que aparecieras tal y como lo hiciste y que, en un abrir y cerrar de ojos, pusieras mi mundo patas arriba. Yo no contaba con un destino en el que ya había dejado de creer, y con que, a veces, simplemente, pasa que un rayo de sol se abre camino entre tantas nubes. Pasa que, después de todo, sonreír se vuelve casi tan fácil como respirar, y me doy cuenta de que, hasta que me topé contigo, la palabra felicidad no se había dignado a aparecer en mi diccionario.
Y es ahora cuando me paro a pensar en qué momento comenzó todo, y me doy cuenta de que todo comenzó mucho antes de lo que pensábamos. De que, si de verdad esperaba sonrisas, tenían que ser las tuyas."

Se recostó contra su pecho y suspiró. Sabía que él siempre había sido una persona de pocas palabras, pero de muchas letras. Todo lo que sentía, todo lo que decía tan solo con una mirada estaba plasmado ahí, en esa hoja de papel que ahora ella tenía entre sus manos.


Fue entonces cuando se dio cuenta de que los suspiros son también de felicidad.

lunes, 27 de febrero de 2012

Cuando la vida empieza a sorprenderte

Había pasado demasiado tiempo, demasiados veranos y demasiados inviernos repitiendo constantemente la misma historia. Habían pasado días, meses e, incluso, años viendo cómo todo avanzaba a su alrededor, cómo todos continuaban con sus vidas excepto ella. Y es que, sin saber ni siquiera el por qué, su vida había quedado anclada en un Septiembre, hasta el momento, inolvidable. Un absurdo mes en el que a las cosas les dio por empezar a volverse grises, por empezar a doler.
Y Septiembre trajo consigo Octubre, y este Noviembre, y, así, una sucesión de días en los que las páginas del calendario no dejaban de avanzar, recordándole que, a pesar de que las horas pasasen, todo continuaba exactamente igual que aquella tarde de principios de Otoño tras la que, sin saber por qué, comenzó a vivir en blanco y negro.
Dicen que las cosas cambian cuando menos te lo esperas y, aunque ella había optado por no hacer caso a esta afirmación desde hacía tiempo, llegó el momento en el que pudo sentir la realidad de las palabras de todos aquellos que la pronunciaron. Porque un día, de repente, y prácticamente sin avisar, su mundo dio un giro de 180º. Las sonrisas empezaron a florecer y el gris comenzó a ser desplazado por una oleada de colores intensos.
Y es que, a veces, pasa. A veces, acabas por comprender que el pasado consigue evaporarse con apenas un par de sonrisas sinceras, y logras entender aquello de que, tras la tormenta, acaba por salir el sol. Ocurre que, después de todo, le encuentras el sentido a aquellas palabras que cantaban a través de tus auriculares y confías en que los deseos al soplar las velas en tu cumpleaños se vuelven realidad.
Vivió durante demasiado tiempo una situación que ni siquiera ella misma había conseguido soportar del todo. Sin embargo, a partir de ese día, todos esos momentos se habían desplazado hacia el lugar del que nunca debieron moverse: el pasado.
Cuando llega alguien que te hace mirar hacia delante, que, por fin, pone esa barrera para dejar el pasado al otro lado y consigue que no veas más allá de unos ojos que no paran de mirarte de esa manera. Cuando empiezas a sonreír por las mañanas, por las tardes, por las noches, y cada segundo del día si sabes que esa persona está ahí. Cuando descubres que es mentira eso de que la perfección no existe, porque has vivido momentos perfectos con una persona perfecta. Cuando Septiembre se desplaza y sólo piensas en un Febrero inolvidable. Cuando ocurren tantas cosas buenas que eres incapaz de creerlo... te aseguro que no hay nada mejor que eso.


Sin retrocesos, sin dudas, sin destino.