lunes, 3 de enero de 2011

Neverland

Eran las doce de la noche. Ella, tumbada sobre el tejado observaba el cielo. Así, bajo la luz de la luna y la atenta mirada de miles de estrellas buscó aquella, esa que no olvidaría nunca: la segunda a la derecha. Aquella preciosa estrella que te llevaba, todo recto, hacia el amanecer. Rumbo a un lugar de ensueño en el que la única melodía eran las carcajadas y los únicos sueños los posibles. 
Y no la encontró. Sabía exactamente dónde se encontraba hasta hacía no tanto tiempo para ella, pero, al parecer, las agujas del reloj habían dado más vueltas de las apreciables y, esa estrella, portal hacia Nunca Jamás, ya no estaba ahí. Ya Peter Pan no estaba a su lado para acompañarla en ese asombroso viaje surcando el cielo de Londres, ni Campanilla la enseñaría a volar mil y una veces más.
Cerró los ojos. Peter Pan siempre fue su cuento favorito desde que era una niña. Entonces, cada noche, mientras su madre se lo leía una y otra vez, ella soñaba con aquel lugar tan mágico como real en aquel tiempo.
Ahora, por mucho que soñara, faltaba esa inocencia que le dijera que, si se dirigía hacia la segunda estrella a la derecha y continuaba todo recto hasta el amanecer, todo pasaría. Ya no existían ni Peter, ni Campanilla, ni, mucho menos, el país de Nunca Jamás. Pero siempre soñaba con aquel lugar que, por muy irreal que fuera, nunca dejó de sorprenderla.

3 comentarios:

  1. Hola :D
    Con este texto me has hecho recordar una vez cuando era pequeña y me hicieron cantar un repertorio de canciones sobre los niños que no queremos crecer y yo poensaba "estúpidos adultos, quiero crecer para poder hacer lo que quiera, casarme, conducir un coche...¿por qué me haceis decir que no quiero crecer?"
    Supongo que la vida da vueltas y ahora tengo la respuesta. Me gustaría poder volver a soñar con Peter Pan.

    Encantada!

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  2. Te aseguro que volver a soñar con Peter Pan no es difícil. Por mucho que crezcamos, esa pizca de inocencia sigue en nosotros :)
    muchas gracias por seguirme!

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  3. Y que lo digas, a veces me sorprendo a mi misma volviendo a ser una niña.
    A mi tambien me gusta tu blog!
    Gracias a ti :)

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