miércoles, 23 de febrero de 2011

algo nuevo

Las cosas cambian. Etapas y más etapas que se cierran al cabo de un tiempo, pero que nos llevan por nuevos caminos, seguro que alucinantes.
Las cosas se acaban, pero de todas ellas sacamos nuevas experiencias, momentos únicos y, sobre todo, miles de recuerdos, de esos que nos hacen sonreír cuando ya la nostalgia se ha ido a otra parte.
Así que a ustedes dos, que se que siempre acaban perdiéndose por estas líneas, sólo les puedo desear la mejor de las suertes ante esta nueva puerta que se abre en su camino

Una más

Querido X:

¿Recuerdas aquella vez que dije que se había acabado, que ni una lágrima más? ¿Y la otra vez que lo volví a decir, olvidando la primera?
Pues creo que me toca decirlo una tercera vez, o cuarta, o quinta... ni siquiera estoy segura de cuántas veces habré pronunciado esa frase. Lo que sí se es que no cumplo ni las normas que me impongo a mí misma.
Está claro que no puedo obviar el levantarme cada mañana con la esperanza de que no te hayas marchado. Una esperanza que cubro con una inmensa capa de mentiras a mí misma, con falsas sonrisas y, sobre todo, con muchísima ingenuidad. No faltan mis ganas de tus bromas, de tus chistes malos ni de tu risa especial. Pero, sobre todo, no faltan mis ganas de tus abrazos, los protectores, los de siempre, los que nunca he logrado olvidar. No faltan, ni por un instante, mis ganas de ti, por mucho que intente evitarlo. 
Y es que hoy estoy enfrentándome a mis propias mentiras, pero sé que mañana, cuando despierte, volverá esa estúpida esperanza junto con esas ganas de abrazos, y yo sólo podré engañarme a mí misma diciéndome "tengo un mal día". Así que vuelve. Por favor, vuelve, porque no quiero tener más días malos.
Y, a pesar de que ésta sea una de esas cartas que se acumulen en aquella caja repleta de frases y más frases para ti, siento que, de alguna forma, te estoy diciendo algo, y eso reconforta, aunque sólo sea un poco.

Porque, como dijo Aristóteles, una golondrina no hace verano, pero, sin duda, tú harías que todos mis días lo fueran.



    Una idiota que aún te quiere,
                                                      S.

domingo, 20 de febrero de 2011

No soy de esas que olvidan

Aunque muchos ya lo hayan hecho, yo aún no encuentro el valor suficiente para coger una goma y borrar todos esos momentos que creamos juntos, a lápiz.
Ellos lo hicieron con tanta facilidad... poco a poco acabaron borrando todo lo vivido. Las risas, las horas al teléfono y las mil y una películas en el sofá se esfumaron en cuestión de minutos.
¿Que por qué? Buena pregunta.
En cambio yo... yo no soy de esas que olvidan. De esas que pasan la página del pasado creando un presente completamente distinto.
Yo puedo pasar cientos de páginas, puedo crear nuevos presentes y elegir distintos futuros, pero nunca olvido. Todo lo que escribí queda escrito. Y todas esas personas, a pesar de haber borrado nuestra historia, siguen aquí, en mi pequeña libreta de momentos inolvidables

No eras nadie... hasta que apareciste por aquí

Es triste darme cuenta de que acabaste con todo lo que teníamos.
Pero es más triste aún que sea yo la que siga recordando todo aquello que ya no tengo.

Profile Graphics, Page Graphics, Tumblr Graphics

lunes, 14 de febrero de 2011

San Valentín

Un te quiero no debe sonar mejor porque sea 14 de Febrero

lunes, 7 de febrero de 2011

And when you smile the whole world stops and stares for a while

El tren avanzaba sin cesar. Ella, sentada junto a la ventana, no dejaba de mirar al exterior. El paisaje se difuminaba a causa de la velocidad, pero no le importaba no poder observarlo detenidamente. A cada metro que avanzaba ese tren, más cerca estaba de sus abrazos.
Habían pasado ya dos años, dos años que le habían parecido dos siglos. Pero al fin estaba de vuelta, volvía a casa, volvía a verle.
Miró su reloj, faltaban cinco minutos para llegar. Le parecía increíble que esa eterna espera de 730 larguísimos días empezara a resumirse en cinco minutos para saltar a sus brazos.
Por fin logró ver la estación a lo lejos. El corazón le dio un vuelco y la sonrisa que se le dibujó en la cara no era siquiera imaginable. Sólo dos minutos.
El tren ya se adentraba en la estación, no había parado aún cuando le vio. De pie en el andén con una sonrisa tan indescriptible como la suya.
Se levantó de su asiento apresuradamente y salió disparada hacia la salida. Aún tuvo que esperar unos segundos a que el tren se detuviera del todo y poder bajar. 
Y por fin se detuvo. Abrieron la puerta y ella salió corriendo, soltó las maletas en mitad del andén y le abrazó sin más. Él correspondió a su abrazo y le susurró al oído un te quiero, de esos que ella ya creía olvidados por completo.






Y ahora quería agradecer a Antía Cheshire. (http://candiesandothersdrugs.blogspot.com/) por el premio que me ha dado.
No seguiré las reglas del premio porque me lo han dado hace poquito, pero, aun así, muchísimas gracias Antía, por acordarte de mí, no me lo esperaba :)
un abrazo grande

martes, 1 de febrero de 2011

Ya sólo son sueños

Me sonreía. Era como si el mundo entero se hubiera parado y sólo estuviéramos nosotros.
En ese momento... ¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNG!


Maldito despertador